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Crónica de los viajes de Onissya


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Onissya en la Isla Bruma Azur, partiendo hacia sus viajes.

 

 

Prólogo

 

Este libro que iré escribiendo y actualizando, contará sobre mis viajes y experiencias. Al decir verdad, siempre de pequeña me apasionó recorrer el mundo y poder documentarlo, hoy ya un poco más grande puedo lograrlo - o intentarlo al menos -. Dejar a los míos no es una decisión fácil, este mundo para mí es muy extraño y desconocido, pero quizá es eso lo que me lleva a dar este gran paso.

Escribo en este libro que fue un regalo de mi madre (que comprendía mi pasión a la escritura), y siempre llevo conmigo. También en el incluiré algunos dibujos de los paisajes, personas que vaya conociendo (aunque no soy muy buena dibujante realmente).

El objetivo de este libro - al terminarlo -  es que cualquier persona se pueda beneficiar de él en los viajes a emprender por este mundo llamado Azeroth.

 

Onissya

 

 

 

 

 

Tomo I "Partida hacia Darnassus"

 

Desde la Isla Bruma Azur y para llegar a Ventormenta, la ruta más directa es tomar un barco hasta la ciudad de Darnassus. He leído en libros que aquella ciudad es de los elfos de la noche, aliados de la Alianza. También leí que es una isla un poco grande, con varias montañas y árboles y pocos caminos por andar.  Me entusiasma la idea de conocer una gran ciudad, saber un poco de su cultura, sus ideales, explorar sus paisajes.

Der me pregunta si ya estoy preparada, por su expresión un poco calmada me hace entender que está acostumbrado ya a ir a esta ciudad. Se que algunos draenei ya han incursionado para aquella isla y no es ninguna novedad para ellos. Miro a ver si tengo todo lo que pensé llevarme en mi bolso (libro, anotador, unas hojas en blanco para dibujar y hacer bocetos, entre otras cosas).

Para el que no conoce, la Isla Bruma Azur está llena de árboles a veces simulando pequeños bosques, también los hay de colores diversos lo que le da al paisaje un toque muy hermoso. Hay ciervos y ciervos lunares entre otros animales en la zona que muchos draenei usan para cocinar y sacar su pelaje (para el comercio). No estoy a favor de la matanza de ningún ser vivo, pero entiendo que hay que subsistir y no todos pueden dedicarse a lo que realmente quieren o aspiran. Sin conocer mucho de este mundo puedo decir que estamos en una zona bastante tranquila, con flora y fauna acorde y suficiente para enaltecer la vista y poder dedicarse al comercio.

También está la Isla Bruma Sangre un poco más alejada, que si bien tenemos presencia, sólo dejan ir a personas experimentadas (vindicadores, anacoretas, rangaris, entre otros) ya que no es un lugar amigable como Isla Bruma Azul. Espero algún día poder ingresar y documentar aquel lugar.

Camino lento siguiendo a Der, mirando todo y abriendo bien los ojos para percibir lo que quizá sea por mucho tiempo la última mirada en aquel lugar. Es extraño querer conocer el mundo nuevo y a la vez no dejar a los tuyos, para nosotros es importante la familia y estar unidos (para mí también pero quizá un poco menos, o no se realmente). Caminando un poco recto por el sendero, encontramos un puesto de provisiones para el viaje atendido por elfos de la noche. Mientras sigo caminando, voy mirándolos para saludarlos con un ademán y una sonrisa de respeto pero no logro hacer contacto visual con ninguno. Der me dice que venden comida, bebida y cosas para la pesca mientras camina a pasos largos y se va alejando un poco de mí.

Mientras caminaba hacia donde está el muelle, un elfo de la noche al paso y sin que Der se de cuenta (porque no hablamos nunca de este tema al respecto) me dice por lo bajo pero bastante claro:


"Aunque no compartas nuestra filosofía, te ruego hagas lo que puedas para salvar este mundo".

Intenté recodar sus palabras y mientras me daba vuelta para contestarle o saludarle, me di cuenta se había ido. Escuché un ruido fuerte a mi costado derecho, si bien no me asustó hizo que los ciervos que correteaban el lugar se espanten. Con las velas izadas y moviéndose al compás del viento leve, el barco había llegado al muelle para emprender su viaje hacia Darnassus.

Der enfiló raudamente al mismo, quizá queriendo llegar lo más rápido posible a destino. Le dije me aguare un poco , que quería dibujar ese momento (y teniendo en cuenta que el barco no iba a zarpar prontamente). Su expresión de desgano fue tal que me replantee en dibujar ya que no quería hacer pasar un mal momento a nadie. Mientras la tripulación del barco acomodaba todo, y varias personas se acercaban lentamente al muelle, dibuje rápido el momento, antes de subirnos y zarpar.

 



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Dibujo de Onissya saliendo de la Isla Bruma Azur.

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Tomo II "Llegada a la aldea Rut'theran"

 

El viaje en barco fue placentero, por suerte no tuvimos ningún contratiempo climático ni de otra índole. Si bien el mismo fue largo (estuvimos varias horas navegando), la atención fue buena y cordial en todo momento.

Con Der hablé poco y nada ya que el aprovecho el tiempo muerto para dormir (creo que él siempre quiere dormir o comer). Aproveché el viaje para ver lo azul casi turquesa que es el agua en esta parte del mundo, mientras que algunas gaviotas merodeaban por el barco. Antes de llegar al muelle el capitán del barco (no recuerdo su nombre pero sí que era elfo), me habló un poco y me preguntó si era la primera vez que visitaba esa zona, al principio creí que Der le había comentado algo pero luego desistí de ello (ya que Der cómo dije antes durmió todo el viaje). Le contesté que sí - aunque quizá vio en mis ojos la fascinación por todo lo que podía ver - y eso me delató en un inicio.

A pocos metros de llegar al muelle, el capitán me señaló un árbol grande (o más bien gigante, que no cabe en la imaginación mía aún) y me preguntó si sabía algo de él. Recuerdo haber leído libros sobre la cultura de los elfos de la noche pero no de un árbol de ese porte.


Onissya: ¿Y a qué se debe que me señale aquel árbol?

Capitán del barco: ¿No sabes qué significa aquel árbol? (rie un poco mirando a la draenei)

Onissya: La verdad que no.. (intenta recordar si en algún momento leyó algo sobre él).

 

El capitán del barco sonrió antes de dar una respuesta un poco vaga pero quizá natural:

Capitán del barco: Aquel árbol es Teldrassil el que contiene la ciudad de Darnassus.

 

Quede sorprendida con aquella respuesta. Mientras el barco daba sus últimos movimientos antes de llegar al muelle, notaba que aquel árbol llamado Teldrassil se hacía gigante, enorme, infinito. Divisé mejor su grosor, su estructura, raíces brotaban del agua y me parecía que nacían desde lo más profundo de aquel mar. Intenté imaginar cómo se había creado aquel árbol y divagar en teorías pero ya habíamos anclado en el muelle. Der se despertó (era hora), pagó al capitán del barco y bajó raudo y con prisa. Note que el muelle estaba hecho de madera cincelada, faroles azules daban una buena vista (inclusive de noche), centinelas custodiaban la zona alternando su marcha y mirando de vez en cuando al árbol.

Mientras avanzaba, noté una mesa con frutas y un banco para sentarse. Der me sugirió me siente en ese lugar y lo espere mientras arreglaba una visita a la ciudad. Parecerá tonto pero el banco y la mesa estaban hechos de una madera que nunca había visto o sentido, era bastante cómodo realmente. Varios elfos esperaban otro barco (no del que veníamos nosotros), el viento soplaba agradable y se escuchaba algunas aves cantar. Noté también dos personas pescando y hablando entre ellas, pero no pude entenderlos porque hablaban en su idioma.

Mire para el lado que Der se había ido, era como una casa con una estructura que nunca había visto, el color violeta predominaba en el techo mientras que otra vez parecía ser la misma madera que se usaba para todo. En esa dirección también note humanos o eso parecían de lejos. Note había un poste con una indicación sola pero suficiente "Aldea Rut'theran".

Al cabo de un rato (lo que me dio tiempo a dibujar), Der regresó y me comentó que ya estaba todo listo para que conozca la gran ciudad. Guardé mi libro y mis lápices y ansiosa esperé el camino a seguir. Creo hicimos unos 20 pasos cuando se detuvo súbitamente, me asusté por un momento pero luego habló:


Der: Bueno, aquí está la entrada a la gran ciudad de Darnassus.

Miré a Der y miré hacia delante, no había ninguna entrada, ni camino por seguir, sólo veía unos elfos al costado de una estructura vacía con una luz violácea en el corazón del mismo. Se que puse cara extraña porque me vio y se sonrió, al mismo momento que corrió hasta que esa luz...lo hizo desaparecer.

Comprendí que era una especie de portal y mantuve la calma, sinceramente aquel lugar me estaba sorprendiendo y aún no lo había conocido todo.

 



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Dibujo de Teldrassil

 

Spoiler

Aquellos que quieran participar me avisan por inbox.

 

Editado por mathiux
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Tomo III “Un lugar llamado Darnassus”

 

 

El viento soplaba leve, acariciaba un poco mi rostro mientras intentaba ponerme bien el sombrero. Luego de atravesar el portal llegue a un lugar soñado: arboledas gigantes, faroles azules dando luz a varios caminos llenos de flores y verde, mucho verde. Lo primero que me quedé mirando atónita fue un gran árbol en el medio del camino – que se llegaba a través de un puente -, luego algunas glorietas (por no decir varias) hechas de piedra que seguramente usaban los elfos para sus cosas.

Las casas eran como había visto en la aldea anterior: techo de madera de color violeta, algunas de doble o triple piso con escaleras en forma de caracol, aunque también había casas color verde, del mismo material que todas: madera cincelada.

Estar ahí contemplando todo me hizo sentir como si fuese estar en la naturaleza, todo parecía estar en armonía (incluso mucho más que en la Isla Bruma Azur). Acá también había ciervos que correteaban el verde pasto, unos árboles que eran los protectores del lugar – según Der -, Ancianos del Conocimiento (árboles un poco más grandes) que su función supongo era de brindar información a los elfos. También vi un par de los nuestros por la zona comprando, intercambiando y me pareció ver ayudando.

Una elfa centinela del lugar nos dio la bienvenida, nos dijo brevemente las normas del lugar, y donde estaban los lugares básicos de la ciudad. Me preguntó cuál era el motivo de la visita, intenté hablar, pero Der se antepuso a mí, contándole que él estaba para ayudar en el frente de Costa Oscura y yo para ayudar a los enfermos. Der es un guerrero, de esos que les gusta estar frente a la batalla sin miedo blandiendo su escudo y su mazo, por eso no me sorprendió su respuesta. Pero me le quede mirando una fracción de segundo cuando le dijo al centinela que mi presencia en aquel lugar era para ayudar a heridos y enfermos. No es que no quisiera ayudar (creo eso se entiende), pero mi viaje tenía de destino conocer, dibujar, hablar. La centinela me miró de forma un poco despectiva (quizá por mi ropa o mi sombrero), asintió con la cabeza a Der e hizo un ademán para que la siguiéramos.

Pasamos por varios establecimientos “Joyería” “Cocina” “Minerales” y algunos otros, cada lugar tenía bien visible de forma escrita y con un dibujo de qué se trataba. Luego de andar un rato llegamos a una casa cómo las que mencioné antes (esta era de dos pisos) que decía “Primeros Auxilios”. Una vez que llegamos, la elfa se excusó nos dio un mensaje de buena suerte y se retiró, seguramente a su función de cuidar la ciudad.

Si bien lo conozco hace mucho (y se sus travesuras), ver a Der correr desesperado al comercio que vendía comida me hizo soltar una risa. Es cierto que su cuerpo es grande y alimentarlo debe costar varios panes y platos de carne o pollo. No necesita preguntarme si deseo algo y qué, él me conoce, además se que si compra o adquiere algo lo comparte (tenemos los mismos gustos culinarios).

 

Entre al lugar, había un cesto con vendas usadas, una lámpara que no funcionaba, una mesa con bastantes cosas encima (pude divisar dos jarrones azules), un cuadro de un lado de la pared y algunas cosas irrelevantes. Mientras caminaba a paso silencioso y corto, un elfo bajó por las escaleras y me dio una clase de bienvenida que no entendí muy bien, pero por su sonrisa y rostro parecía amigable. Luego de los saludos protocolares (el elfo del lugar se llamaba Dannelor), me comentó que en ese lugar atendían a enfermos, heridos, y toda clase de cuidados de primeros auxilios que se requerían. Le pregunté si había mucha gente lo cuál con la cabeza asintió sin decir palabra alguna.

Me llevó hasta el primer piso, noté un biombo y una mesa con dos bancos a los costados. Había también alrededor de 5 elfos (algunos con vendas), esperando para que los atiendan. Dannelor me miró (quizá un poco asustado de lo que iba yo a hacer o decir), y se fue a atender al primer elfo herido. Me quedé mirando un poco mientras le cambiaba los vendajes, es verdad, es cierto que soy novicia de anacoreta y puedo sanar heridas, pero al menos no por el momento aplicar vendajes (aunque podría aprender si sigo observando, claro). Atendí a 2 elfos ese día que necesitaban los curen de heridas leves, por suerte todo salió bien y no eran tan graves.

Mientras miraba hacia la ciudad, me puse a pensar porqué estaba haciendo eso si mi idea de viaje era otra, no es que me molestara ayudar a los demás, pero no imaginé iba a terminar así.

 




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(Dibujo desde la sala de Primeros Auxilios)

 

 

Spoiler

Cualquiera que quiera rolear esta historia (antes de que Onissya llegó a los Reinos del Este) me avisa.

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