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-CORRUPCIÓN EN LOS CLAROS-

Escaramuza del sátiro

El sonido de un cuerno se extendió sobre las copas de los árboles y ascendió hacia la luna llena que brillaba majestuosa sobre el cielo estrellado. Las Centinelas se apresuraron a colocarse en sus puestos y cargaron los arcos... el destacamento enviado para investigar los extraños acontecimientos que asolaban las milenarias tierras de los elfos de la noche y capitaneado por la Suma Sacerdotisa Manua, estaba siendo atacado.

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No era muy usual que las Centinelas tuviesen que enfrentar a ninguna amenaza en aquellos territorios, tan cercanos a sus bases más fuertes y constantemente vigilados; tierras de bosques intricados y frondosos, de caminos impenetrables para extranjeros que servían de trampa para los ingenuos y bajo la atenta mirada de sus eternas protectoras. Sin embargo, aquella noche el peligro era muy concreto... grandes sátiros de largas garras y cuernos retorcidos cargaban contra el improvisado puesto de las Centinelas, conjurando su impía magia hacia sus salvajes sables y maldiciendo la tierra que dejaban a su paso. Las elfas de la noche se esforzaban por defender un baluarte compuesto por dos fuertes torreones, entre los cuales un portón cerrado protegía el sendero que conducía hacia la Atalaya Maestra.

La Suma Sacerdotisa Manua, una elfa de penetrantes mirada y largo cabello blanco , escrutaba desde una de las torres mientras mantenía su arco a punto, lanzando saetas hacia cualquiera de esas inmundas criaturas que se acercase demasiado al portón.

- ¿Es que no se rinden nunca? -murmuró irritada una Centinela a su diestra.

A su lado, la Suma Sacerdotisa frunció el ceño.

- ¡Sátiros! -escupió la palabra con desagrado-. Su inmunda existencia es una ofensa.

La centinela no respondió. Aquellas criaturas llevaban ya tiempo tratando de entrar al corazón de Vallefresno y aquella noche por fin se habían decidido a dar el ataque. No era muy usual ver un grupo tan numeroso de Sátiros reunidos por un fin concreto, normalmente se cerraban al mundo y se contentaban con infectar las zonas que habitualmente poblaban. Sin embargo, aquella vez era distinta.

sus voces rasgadas pronunciaban palabras malditas mientras que los más hábiles, hacían tambalear el portón con sus hechizos. Una nueva oleada de aquellos seres hizo amago de acercase al portón, pero las Centinelas se mantuvieron firmes hasta que la Suma Sacerdotisa dio la orden.

- ¡Disparar!

Entonces, una lluvia de flechas cayó sobre los más avanzados que ya estaban a punto de cargar contra la puerta. Todas las saetas dieron en el blanco, pero las criaturas no las notaron más que si se tratasen de simples picaduras.

- Deberíamos bajar a defender la puerta -opinó la centinela, disparando de nuevo cuando sonó la señal.

Un sonido de astillas rotas le dio la razón. Los sátiros habían llegado hasta la puerta y cargaban contra ella. Sus enormes garras rascaban la madera con furia y ya habían logrado abrir un par de boquetes. La Suma sacerdotisa dio la orden de que medio destacamento de arqueras bajasen a asegurar las puertas, apresurándose ella misma a seguir a quienes acataban su orden sin rechistar.

- Suma sacerdotisa -dijo la centinela que había estado junto a ella, tomándola por el brazo sin apartar los ojos de un punto por el flanco derecho- He visto algo, el grupo se ha escindido. Tres de ellos se dirigen por la zona oeste, creo que van a intentar entrar en el bosque atravesando el río por el vado.

La Suma Sacerdotisa movió la cabeza, incrédula.

- ¿Insinúas que debemos acudir al vado? ¡es aquí donde tenemos problemas!

-¿Es que no lo entendéis? -dijo atreviéndose a parecer osada- todas las Centinelas de esta parte del bosque estamos aquí o en las cercanías de la atalaya, los otros accesos han quedado sin vigilancia!

El rostro de la elfa se ensombreció. La centinela tenía razón, si se quedaba dejaría que esos que se han separado del grupo profundizasen hasta llegar a la misma Atalaya, o quizás aun peor, que llegase hasta Teldrassil como ocurrió con aquel de cuya presencia conoció gracias a aquella jovencita.

- No pienso permitir que esas criaturas se atrevan a poner un pie mucho más allá de este paso -dijo la Suma Sacerdotisa conteniendo la rabia.

La elfa disparo un par de flechas más mientras se alejaba y montó sobre su fiel sable, seleccionando dos centinelas que le acompañasen en su persecución.

- Tor ilisal'thera'nal! -gritó la elfa mientras enarbolaba su arco- Hemanas, permaneced firmes! Que Elune guíe vuestras flechas y que su luz erradique a estas inmundas criaturas!

La Suma Sacerdotisa, junto con dos de las centinelas, se alejó de la escaramuza en busca del grupo escindido, con la firme determinación de impedir que sus tierras fuesen dañadas mientras unos ojos curiosos, a la par que llenos de sabiduría, observaban todo desde la seguridad de la densa espesura.

//Bien, pues aquí comienza la trama que llevaré a cabo estos días para los personajes Alianza de Kalimdor. La mayoría de personajes ya han sido avisados on rol, o bien mediante las organizaciones a las que pertenecen o por carta. Sin embargo, de encontrarse alguien ajeno a esto y con ganas de participar se puede poner en contacto conmigo para que encontremos la forma de meterlo en todos los sucesos que se están produciendo en Vallefresno

Me gustaría saber sobre horarios, sobretodo en el caso de los elfos de la noche, ya que creo que quedáis todos a unas horas para rolear y que se confirme la asistencia para saber más o menos el número de player con los que contaré para mastear.

Un saludo!

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//¡Qué alegría me ha dado ver este evento! Es estupendo continuar con la trama de los sátiros que humildemente empezamos los elfos nocturnos. Muchas gracias, Visenya, por darnos rol :).

Respecto a horarios podría casi cualquier día por la noche. Propongo el viernes a eso de las 22.00 (hora peninsular española) ya que hemos hecho varios eventos en esa franja y parece que hemos coincidido todos los Kal'doreis.

¡Un saludo!

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//Secundo todo lo dicho por Matrioska, mil gracias por todo.

En cuanto a las horas, me viene bien casi cualquiera. Sin embargo, a las 22:00 - 22:30 es cuando nos estamos juntando la mayor parte del tiempo (sobre todo los fines de semana).

Un saludo a todos.

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// En principio esas horas que comentan la mayoría me son factibles, me encantaría participar y asi ir conociendo pjs para rolear en dicha zona, pero estoy llevando una secuela de roles de un evento personal con mis otros dos pjs y no se si me chocará. Tratare de amoldar como pueda para intentar sumarme.

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-CORRUPCIÓN EN LOS CLAROS-

El rastro del Caminante

Las dos elfas se adentraron en la bruma del bosque y siguieron el rastro de los seres que habían atacado la atalaya unas horas antes, en medio de un inquietante silencio. A medida que avanzaban, el ambiente se volvía más opresivo. Aquella sensación de que se acercaban a un núcleo de gran maldad se hacía más y más intensa, como si algo oscuro se concentrara en el lugar que les aguardaba al final del camino.

- Abre bien los ojos, Athia -murmuró mientras tensaba el arco y observaba de soslayo a su compañera.

Cuando una de ellas empezaba a temer que acabaría por estallar de la tensión, el sendero las condujo hasta una inmensa hondonada. Arrugó la nariz, con disgusto. Llevaban tiempo padeciendo un leve olor acre que no llegaba a ser del todo desagradable... pero en aquel lugar en concreto, el hedor se intensificaba hasta volverse casi insoportable.

- El olor de los sátiros -musitó una de ellas.

Entonces la niebla se abrió bastante como para que las dos centinelas pudieran distinguir dos cosas: en primer lugar que, a su alrededor, dos laderas formaban una maraña de ramaje reseco, bajo los que se acomodaban un gran número de sátiros que observaban con maldad una figura maltrecha en el centro; y, en segundo lugar, que al fondo, sentado en una especie de trono de piedra, los aguardaba una criatura antigua y poderosa, cuya astucia y crueldad se dejaba entrever en una perversa mirada que superaba a todo cuanto las centinelas habían conocido hasta entonces.

- Escondámonos, rápido -dijo una mientras se ocultaban tras un matorral, ocultándose de ser descubierta por cualquier de ellos y proporcionándoles la posibilidad de escuchar con atención.

Cuando se levantó del trono, ambas pudieron comprobar el temible aspecto de este gran sátiro. No era simplemente uno más de aquellas impías criaturas; exhibía una poderosa musculatura, una larga cola que batía irritado, dos cuernos combados que le dotaban de una apariencia temible y una mirada acerada que hacia estremecerse a la figura postrada que tenía ante el.

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- Mis órdenes fueron claras. Pedí que consiguieras la llave del templo... ¿y tu te atreves a volver ante mi con las manos vacías? -profirió con voz oscura y profunda, tocada por un matiz peligroso.

- E-eso elfos re...recibieron a-ayuda -dijo en un tono magullado, producto de sus heridas- Uno de eso... p-perros altonato! acudió cuando... cuando y-yo ca..casi los tenía!

- ¿¡ALTONATO?! -bramó mientras clavaba sus garras se tensaban como cuchillas- ¿en este bosque?!

- Fue el quien... quien les ayudó a escapar, son un grupo pequeño... no m-muy bien provisto, dejarme que los b-busque... tendréis sus cabezas a vuestros pies mañana al alba...

La expresión del gran sátiro se serenó y una maliciosa sonrisa se formó en sus comisuras.

- No... pese a que la información que me has brindado ha sido de gran valor, no puedo ignorar tu incompetencia... has dejado que la llave caiga en manos de un altonato y que un grupo mal provisto burle tus habilidades... tengo perfectamente claro lo que voy a hacer contigo. -habló mientras echaba a un lado al sátiro de un empellón.

La oscura figura avanzó unos pasos y se situó junto una gran hoguera, que crepitaba lanzando chispas al cielo nocturno.

- ¡Llevamos meses persiguiendo el tesoro del caminante! meses de combates con los sucios elfos de la noche, en los que nos masacraban al intentar cruzar sus fronteras! ¡hemos conseguido dominar esta parte del bosque! conmigo hemos logrado corromper sus amados árboles y arrebatar varias de sus vidas! Sin embargo... el Caminante y su tesoro se alejan de nuestras garras, por obra de un asqueroso altonato! ¿Vamos a dejar que un patético grupo de cobardes impidan que acabemos con esta tierra? ¿que la trasformemos a imagen y semejanza de nuestros señores?

Un rugido resonó por toda la hondonada, como respuesta a las palabras del sátiro, mientras las Centinelas se estremecían asustadas en su escondite.

- Arrasaremos sus puestos, marchitaremos sus plantas, infectaremos los ríos y haremos arder el mismo cielo, cubriendo a la luna que tanto adoran con estigma de llamas y el sonido de sus gritos!! -dijo alzando sus garras- Pero para ello, necesitamos el tesoro del Caminante... ha llegado la hora, de que los sátiros nos dejemos de simples ataques y tomemos parte en el asunto!

El sonido se tornó ensordecedor mientras las bestias se sumaban en una vorágine de celebración macabra, ardiendo en deseos de llevar a cabo el tenebroso y prometedor horizonte que su señor les había preparado.

- Vaya... -la mirada del gran sátiro se enfocó en un matorral alejado- Parece que tenemos visita...

***

Mientras tanto, muy lejos de allí, junto a un claro que reflejaba la luna y las estrellas, una muchacha kaldorei observaba el cielo nocturno junto una figura que se fundía con la misma naturaleza, tan antigua como el mismo bosque... ajena a los perseguidores que recorrían Vallefresno en busca de su tesoro.

//Bien, el evento está tocando a su fin, siendo hoy su penúltima parte. Continuaremos con la trama hoy a las 22:00

Un saludo.

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//Muchas gracias por el evento, Visenya.

Sólo puedo decir una cosa después de dos semanas de sucesos tanto épicos como didácticos, y de navegar por el hermoso y melancólico trasfondo Kaldorei de tu mano.

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Me quito el sombrero ante ti. Tienes todo mi respeto, Visenya. Una MJ más que excelente y excepcional.

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Una penica no haber podido participar el resto de días, pero me pilló con otro evento largo, aun asi me gusto mucho el grupito de rol, espero poder rolear mas con vosotros ^^

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