Gaerl 5 Publicado Noviembre 4, 2013 Share Publicado Noviembre 4, 2013 La Princesa Múrloc y Burli Nos remontamos meses atrás, apróximadamente por la Guerra contra el Rey Exánime. Yo navegaba con mi bote, remaba y remaba por las costas norteñas. Era un día tranquilo, de esos que mirabas el cielo y decias ¡Qué cielo más bonito!. La mar estaba calma, el viento iba a mi favor, era un día excelente. Aunque el día no salio perfecto. Navegaba con mi bote, feliz y cantando una canción inventada por mi. Oh mar salada, cuanto te deseaba. Cantemos juntos, como los viejos tiempos. La-la-la Pom-pom La-la-la Pom-pom Desafino como una foca, peor que una oca. La-la-la Pom-pom La-la-la Pom-pom Mientras navegaba con mi bote y cantaba esta pocilga de canción, llegué a la costa norteña, donde había unos pueblerinos bien extraños. Ellos cantaban y bailaban, me dije a mi mismo ¿Voy con ellos? Seguro que me echan, pero lo más extraño fue que me miraron y me invitaron a su festival. Zarpé y dejé el bote en su pequeño muelle, bajé, canté y baile con ellos. Me reía con ellos, me aprovechaba también, ya que había un banquete con alimentos, todo gratis. Estaba bien hasta que sacaron a ¡Un Múrloc rosa!. Me impresioné al ver eso, tenía un vestido y adornos rosados. Pregunté a la hembra de al lado ¿Qué es esto? Y me dijo: Es nuestra princesa. Aluciné con la respuesta y espere a ver que pasaba. Que extraño se convirtió todo esto. Le dije al hombre de al lado ¿Es un múrloc? él dijo: Es la hija de Menethil. ¿Qué decía ese hombre? Estaba trastornado. ¿Es que nunca había visto un múrloc? Perdón si que lo ha visto, lo tiene delante de él, pero no sabe que lo es. Me reí a carcajadas al escuchar que ese múrloc era hija de un humano y encima rey de todo un reino. Ja ja ja, no me lo estaba creyendo, pero de verdad era cierto. ¿Donde me he metido? Pues me he metido en un lugar de unos lugareños estúpidos, locos, extraños, perdidos y confundidos. Cuando el acompañante, una niña humana, bajó con la princesa, la "princesa múrloc" se puso a bailar con ese vestido rosa. Todos bailaron alrededor de ella. Yo aluciné, restrege los ojos, me pellisqué las mejillas pero no, no era un sueño. ¡Totalmente real!. Seguía sin creermelo, aunque mientras bailaban todos a su alrededor, yo iba al banquete a rellenar mi barriga de comida. Aquella princesa múrloc decía: Rrhrrhrhrhrhrggglgll! Y seguía bailando. Me iba a ir hasta que la múrloc se acercó a mi y me cogió de la mano ¡Tenía que bailar con ella!. Prefiero que me disparen en la pierna que ¡Bailar con un múrloc!. Bailó conmigo de una manera extraña, yo bailé retirandome poco a poco pero estaba rodeado. ¡No tenia salidas! ¡SALIDAS!. Preguntareís, ¿Cómo salistes de ahí, pues?. Muy fácil. Mientras bailaba con la múrloc me iba lentamente y cogí a un hombre de la mano y le empuje contra la múrloc, me escabullí, cogí el bote y remé a más no poder. La múrloc me estaba buscando ¡Se había enamorado de mí! Huí a más no poder, remar, remar y remar. Cuando estuve libré de esos locos costeros, descansé en el bote, aunque algo se movía bajo la manta y se oía un: Rrrhghgrrghrghhghgggl! Me dije a mi mismo ¿Qué es? ¿Qué hay? Cogí una pistola cargada, apunté en la manta y al destapar me encontré un ¡Bebé múrloc!. Esa múrloc tuvo que estar embarazada o se tuvo que escapar para que le dieran un poco de placer. Ese pequeño múrloc me miraba con esos ojos grandes, que se le veía más ojos que cabeza. Me observaba con esos grandes ojos. Le apunté con mi pistola a su cabeza, pero un recuerdo me vino a la cabeza. Recuerdo aquella vez que mi asquerosa e inutil madre me vendío, me fastidio demasiado, aunque bueno yo la vendí más tarde en forma de venganza. Me dieron una buena suma de dinero recuerdo. Al volver al mundo, seguía apuntando con la pistola al múrloc y ... no pude hacerlo. Habré sido un pirata, habré ido a burdeles, habré matado a sangre fría, pero lo que estaba haciendo no podía hacerlo. Así que se quedo conmigo ese pequeño múrloc. Pues puede que cuando sea grande, feo y asqueroso me sea de utilidad. Un futuro tripulante de mi futura tripulación. Tocandome la barbilla pensando en el futuro de este múrloc acabe por ... quedarmelo. Aunque él era libre de irse si lo veía necesario. Aunque ya llevamos meses juntos y no se ha ido. ¿Será una señal de Neptulón por mi devoción a él? ¿Por eso me da un siervo para mí? Ni idea, a veces las deidades no las entiendo. Pensé en un nombre, ¿Tani? ¿Laki? ¿Cabezón?. El pequeño múrloc negaba con la cabeza al escuchar los nombres hasta que uno asintío con la cabeza, ¡Burli!. Así es como se llamó. Le intenté educar a la manera que me enseñaron a mi y lo cuidé, le di pescados y solo tengo que gastar 5 o 10 monedas de plata por él, tampoco demasiado, por su cuidado más que nada. Una inversión a futuras. Aun así... Me hacia compañia y no me sentía solo cuando navego por los rios y las costas. Así que tuve mi primer tripulante a mi navío y con ello me convertí en Capitán. Todavía no se merecía ascender a Contramaestre, en un futuro le ascendere cuando se unan más tripulantes y tenga un barco grande. Miré a esos ojos múrloc y le dije: Empezamos de cero pero pronto seremos una tripulación y seremos reconocidos. Asentí varias veces, pues la aventura a mar me encantaba pero también me saciaba el oro y las fulanas. Después de todo soy un marinero y fui pirata. Al menos me fui de aquel lugar asqueroso, eran diez personas lunaticas, creo que estaban muy desesperados para salvarse de la Plaga o era algun tipo de experimento de uno de ellos. No tengo ni idea, eso si, una anécdota para contar a los hijos de los hijos de sus hijos sera recordada por muchos años. Es de esas historias que la cuentas y nadie se lo cree, me mirarian como un loco, por eso me ahorro contarla, solo a estupidos niños molestos. Rezaré a Neptulon para que no salga Burli como su madre, bailarin. Buff... Ay... Burli Enlace al post Compartir en otros sitios
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