Eian Medianoche [MW]

[N The DarkCrawler 32]

Eian Medianoche

Pasado [Quel'dorei]:

Sangre y Honor.

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[TD=bgcolor: #202020, align: left]Pasado [Niñez / Quel'Thalas / Año -80 a -65]:[/TD]

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La vida de muchos estuvo y estará decida por aquellos rasgos que definen de donde venimos.

Algunos jamas obtendran respuesta a las preguntas sobre su pasado, y otros como yo, rehuiremos de el durante toda nuestra vida. Huiremos, esperando que algún día haya pasado suficiente tiempo como para que los lazos eternos de sangre se haya cortado y seamos entonces libres por fin de la repeticion.

Como muchos, no tengo pasado. Viví junto a mis hermanos, todos ellos sin pasado como yo.

Al orfanato lo auspiciaban los ricos y bastardos nobles de Quel'thalas que, algunas veces, dejaban caer sus narices por el lugar, admirándonos, como si de ganado se tratase.

Yo los miraba siempre de lejos, siempre eran tan... Inalcanzables... Pero no lo fueron por mucho tiempo.

Ahora que he vuelto recuerdo mejor, antes, había preferido olvidar la verdad, el dolor y el miedo de los años de mi juventud, decir que todo fue un oscuro sueño y recordar solo los alegres tiempos que vinieron después, contigo, Esi y los demás en Corona del Sol. Aquellos días si fueron... Oscuros, y las consecuencias también, aunque vos supiste como cuidar de mi, aun sin yo saberlo.

Cumplía trece inviernos con ellos, al igual que el resto de mis hermanos habían durante las ultimas semanas. Y a los pocos días sucedió. Uno a un fueron adoptados todos ellos, enviados lejos de sus hermanos, la única y verdadera familia que habían conocido.

Y cuando por fin quedamos tan solo tres del enorme rebaño de pequeños, supimos la verdad: Nadie mas iba a pagar para mantener a un grupo de huérfanos. Escuchamos a los nobles y nuestros cuidadores, escuchamos como planeaban la venta, como el día esperado se acercaba con prisas, escuche borrosos planes para nosotros, no lo reconocí entonces, pero fue en ese momento en el que decidí que haría lo necesario para protegerlos: A los únicos dos hermanos que aun estaban conmigo, Maximiliam y Veliandrel.

Tal como pensábamos que pasaría, fuimos adoptados, los tres por el mismo comprador: Vantl'Grey Sunblow.

Es entonces cuando todo se vuelve borroso. Sunblow nos convirtió en sus hijos a la cara del mundo, decía que eramos todos parientes suyos, lejanos de padres muertos y nuestro parecido coincidía con su historia, y mientras tanto por las noches eramos arrastrados fuera de cama y sin explicación alguna, eramos torturados hasta el amanecer, día tras día... La miseria fue nuestra compañía.

Hasta que le puse fin a todo. La muerte del hombre que por dos años se hizo llamar nuestro padre en mis manos le do fin a todo, al menos por un tiempo logre protegerlos. Aunque Prometheus ya tenia planes para mi y para ellos entonces, sin saber de su existencia les deje, creyendo que estarían mejor sin mi.

Como una bestia camine por los bosques sin saber que pensar, victima de la confusión y el dolor de la sangre que derrame, poco a poco, comprendiendo, el significado del sacrificio, y el valor de una vida y de una muerte.

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[TD=bgcolor: #202020, align: left]Pasado [Juventud / Corona de Sol / Año: -65 a -40]:[/TD]

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[TD=align: left]Camine... Camine.... Camine, Esi, camine sin rumbo, con las 10 armas asesinas unida a mis manos, no podía sino recordar día tras día mi pecado, como con aquellas manos le había estrangulado hasta la muerte mientras aun dormía... Su rostro, su expresión, su ultimo suspiro, todo me perseguía como si de un fantasma se tratase.

Llegue a Corona del Sol como había llegado a numerosos pueblos. Un viejo y hurtado filo bajo roídas capas de tela amarillenta. Robando para sobrevivir, tomando del bosque animales y frutos pequeños. Era muy joven para comprender el bien en mis acciones, y estaba convencido de que debía vivir cual ermitaño.

Escondiéndome del resto, pronto aprendí a sentir la soledad y en ella comprendí que nadie me perseguía por mis acciones excepto yo mismo. Mis hermanos habían perdonado mi ira, mi furia contra el animal que era ese elfo. Nadie me buscaba, a nadie le importaba, decide entonces seguir con mi vida, seguir adelante, y dejar lo que me enfurecía y entristecía atrás, por un tiempo, mientras estuvimos juntos, funciono.

Logre permanecer a tu lado, a pesar de que tan solo eras una pequeña cuando te conocí. Yo tampoco era muy viejo, y mi pobre alimentación me hacia lucir aun menor. Unos quince quizá mas quizá menos. Te conocí robando galletas, precisamente de las mismas que ahora logras cocinar cada vez, las mismas con las que me alimentaste durante meses, hasta que tu padre se entero de mi y comenzó a traerme comida real.

Una galleta empezó los mejores y mas felices años de mi vida. Todo era simple y fácil, la poca importancia de nuestros asuntos fue refrescante, y renovador para mi, me enseñaste que, de la miseria o la dificultad, se puede seguir, se puede cambiar y mejorar.

Recuerdo por entonces a Sunlake, recuerdo como le mirabas desde aquellos días, aunque nunca tuve la oportunidad de hablar con el, hubiese sido extraño relacionarnos, el era el crió de un noble y yo... Pues era tu amigo.

Fueron largos años junto a ti y el resto, fueron los años en los que forme una firme opinión de la gente, quizá, sin ti, aun seguiría vagando los bosques, en busca de comida, soledad y perdón.

La felicidad me enseño a cuidar a un mas aquello a lo que quería, que los actos no condenan el alma de nadie si esta no se da por vencido, me enseño el significado de tenacidad con la gente y con lo que tenia, con lo que deseaba y soñaba.

En parte marche por eso.

Marche pues entendía que no podría ganar lo que deseaba siendo tan poco, lo quisiera o no, debía seguir, crecer, mejorar, y la única forma en la que podía era llenándome de Corona, hacia la capital, donde buscaría la oportunidad de sobre salir, de ser alguien en lo que fuese bueno, quizá me equivoque, o quizá no, lo que se es que jamas debí haber perdido el contacto contigo, Esillya.

Lo lamento.

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[TD=bgcolor: #202020, align: left]Pasado [Ejercito / Año: -40 a 5]:[/TD]

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[TD=align: left]En Quel'Thalas aun buscaban a Altherion Sunblow, por su desaparición, tras la muerte de su padre, en un supuesto asesinato, sin embargo todos ahora sabían que mi nombre no era otro mas que Eian Midnight, y no planeaba que cambiara pronto.

Busque por doquier la manera de ganarme la vida, así aprendí a cocinar por mi cuenta, y varias cosas mas.

Pronto supe que tenia buen ojo para las armas, manejaras, sentirlas, me es natural, como cuando sientes el flujo arcano pasar sobre ti, y podía criticar y juzgarlas, pronto supe lo que quería hacer.

Me convertí en aprendiz de un viejo herrero, y su hijo se convirtió pronto en mi mejor amigo y compañero, ademas de maestro en el combate.

Estas personas significaron mucho para mi, fueron una familia durante años, aun hoy en día lo son.

Día a día aprendí a moldear los metales y sus propiedades, aprendí como hacer un filo y como hacer que un filo perdure.

Muchos podrían tildar aquel trabajo de bestial, pero a mi me calma, y entonces, calmo mi enojo y mi dolor, calmo mi culpa y mis pesadillas. Aquel trance en que se esta, calma lo que se lleva por dentro.

La herrería curtió mi cuerpo y las armas me llenaron de cicatrices cuando las fuerzas armadas reclamaron a los capaces ir a luchar, asesinar siempre estuvo en mi, aunque suene mal, es algo que hago bien, tomar mi espada y luchar.

Las guerras significaron mas bien poco, sino fuese por la muerte de Therion, el hijo del herrero... Mi maestro.

Durante años, me culpe por su muerte, mi incompetencia y mi preocupación nos había llevado al descuido y la molestia, el pelotón estaba debil y hambriento, los trols nos sorprendieron, nos atacaron, no se cuanta veces te he contado esta historia desde que volví Redy, pero por muchos años, me culpe de nuevo por una muerte, y por aquella culpa, creyendo en ella encontrar el honor, o la identidad que jamas tuve, jure tomar su espada y vengar sus metas, sus sueños, y protegerlos, hasta cumplirlos... Mi culpa se convirtió en obsesión.

Me ensañe con aquellos que nos atacaron y elimine de la manera mas cruel que pude a cada trol que encontré en mi camino. Cuando las guerras por fin acabaron no fue suficiente, deje que por años la venganza y el odio recorrieran mis venas, sin pensar, pedí la baja y busque y busque por las tierras del sur, acabando con ellos, incluso durante el ataque al reino, mi mente no hacia otra cosa mas que pensar en matarlos... Esa es la verdadera razón de mi segunda marcha, la razón por la cual la plaga no tomo mi vida aquel fatídico día.

El perdón, habría salvado mas vidas en el reino que mi odio contra aquellos que no habían siquiera participado en la guerra. La compasión, incluso hacia mi mismo, habría evitado tanto mal, tanto derroche de sangre y dolor... Es algo difícil de ver y aceptar, pero aun mas saber que mis metas aun después de volver al reino siguieron siendo tan solo un espejismo de mi culpa y dolor.

Continué creyendo que las metas de mi maestro eran las mías y suplante su identidad, sin nunca cuestionarme si de verdad era posible, necesario, si era lo que deseaba... Los últimos sucesos me han hecho darme cuenta que seguir el sueño de mi maestro, tan solo me volvió tan miserable como Prometheus esperaba y necesitaba. Me hace preguntarme, que busco realmente.[/TD]

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[N The DarkCrawler 32]

Presente [sin'dorei]:

Sangre y Victoria.

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[TD=bgcolor: #202020, align: left]Presente [Rasganorte / Campaña Colinas Pardas/Zul'Drak / Época Actual][/TD]

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[TD=align: left]En Zul'Drak sucedió algo extraño. Cuando ataco, cuando envió a sus esbirro a por nosotros, caí en una especie de trance tras ser herido.

Recuerdo que no estaba solo, muchos mas como yo, que también habían luchado en nombre de la cruzada en dicha batalla me acompañaban. Todos parecían tan confusos como yo, nuestro escenario eran unas antiguas ruinas de roca, dispuestas en forma de una arena. Realmente no soy capaz de recordar haber visto un sitio igual, o una criatura como aquella.

Un espectro de Arthas, no me queda duda después de compartir mi entidad con un demonio. Su presencia era tan fuerte como la de Prometheus, su poder palpable y su hoopnotica voz nos llamaba a completar las pruebas que presuntamente nos llevarían a la verdadera liberación de nuestras almas... Un engaño mas.

Pero entonces, me pregunto, si tan fácil les fue cometer aquellos engaños en nosotros, si tan sencillo fue engañarnos con nuestros miedos y pasado... ¿Cuanto de ese pasado es real? ¿Cuanto no es mas bien, creado por nuestro miedo, nuestra culpa o nuestros propios deseos de maldecirnos por nuestros pecados?

Cuantas veces no hemos luchado contra seres de tipo, yo había subestimado el poder la magia hasta ese día. Ese día no pude distinguir lo real de lo falso, comprendí entonces la debilidad de la mente, y lo fácil que es volvernos en nuestra contra.

Los recuerdos me resultan desde entonces poco fiables, y prefiero fiarme de mi propia intuición, últimamente, fue lo que me ayudo a salir de aprietos, e incluso cuando sentí perder la razón, aun podía intuir en ti la seguridad y confianza que me haz dado. Ahora que se que la realidad no es mas que algo temporal, prefiero intuirla, sentirla, que simplemente percibirla con mis sentidos.

Fue lo que me hizo idear todo el asunto con el ser al que terminasteis llamando Theus. Fue la prueba que con suficiente conocimiento del enemigo, respeto por su habilidad y poder, pero aun así sobrepasando sus artimañas, hicimos posible la victoria finalmente. Incluso en un momento de desesperación. Y aunque falle la prueba para la orden, logre volver.

Lo logramos.

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[TD=bgcolor: #202020, align: left]Presente [Algun lugar del Plano de Prometheus / Encierro y "Soledad" / Tiempo presente][/TD]

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