*Poco más que garabatos escritos en un pergamino quebradizo* Escribir nunca ha sido lo mío, y no estoy muy seguro de por qué hago esto ahora. Tal vez porque me convenga echar un vistazo atrás antes de decidir seguir hacia adelante. Dicho sea pues, comenzaré por el principio, matizando algo: No siempre reinó la oscuridad dentro de nuestro país. Si bien con la Muralla de Cringris nos atrapamos a nosotros mismos, condenándonos a una oscuridad insondable, hubo un tiempo en el que Gilneas era el epicentro del comercio entre los pueblos costeros del oeste de los Reinos del Este. Bajo el sol, los ast