El sol ya ha dejado de iluminar las verdes copas de los árboles en el Bosque de Elwynn. En los dominios del aserradero, un joven mozo de cuadras comienza a recoger los utensilios desperdigados por las cercanías de los establos, para dar por concluido el día. Apenas cuando va a irse, escucha un rumor extraño desde dentro de la caballeriza. Comienza a recordar todas las historias de miedo que le han contado durante su corta vida, mientras se acerca con cautela hacia la boca de oscuridad que lleva al interior del cobertizo.
-¿Ho...Hola...?- atisba a decir. -L-lo... Sient-to, está ce...r